En un siglo XXI alternativo, la industria de la robótica atraviesa un período de rápido avance en todo el mundo. Para el año 2050, Japón se ha establecido firmemente como líder en tecnología robótica y fabricación con Daiwa Heavy Industries. A medida que la tecnología evoluciona para incluir mejoras robóticas en el cuerpo humano, la difuminación de la línea entre el hombre y la máquina desencadena un cambio repentino en la opinión mundial. En respuesta, la ONU aprueba una prohibición unilateral de más investigación y desarrollo en robótica en 2067. Japón se opone ferozmente a esta prohibición, pero no puede evitar su aprobación. En protesta, Japón se retiró de la política internacional y optó por seguir una política de aislamiento nacional de alta tecnología. Mientras sólo prosigue el comercio, Japón desaparece del escenario mundial.
